Durante la Semana Santa, existen un sinfín de dulces típicos que nos ayudan a dar forma a las curvas de nuestra figura, torrijas, rosquillas, pestiños, buñuelos, leche frita ....etc. Como repostera y golosa que soy, cuando encuentro alguna receta interesante no puedo resistirme a probarla.
Estas rosquillas en forma de espiral las ví en Dika da Naka, un blog de origen Portugués. Lo que más me llamó la atención fue su proceso de elaboración.
Yo he modificado ligeramente la receta para adaptarla a nuestro gusto y nos han encantado. Tienen una textura un poco crujiente por fuera y blanda por dentro. Los que las han probado definieron su sabor entre una mezcla de rosquilla tradicional y churros a la vez. Si os apetece probar algo diferente ya sabéis, manos a la obra ;)
Ingredientes: para unas 18 rosquillas
- 350ml de leche entera
- 40gr de azúcar
- 25gr de mantequilla
- ralladura de 1 limón
- una pizca de sal
- 1 cucharadita de postre de esencia de vainilla (podéis sustituirla por azúcar avainillado)
- 200gr de harina de trigo, común
- 1 huevo
- aceite de oliva suave o girasol para freír
- azúcar con canela para rebozar
Preparación: En un cazo colocamos, la leche, el azúcar, la mantequilla, ralladura de limón y la pizca de sal.
Llevamos a fuego medio, hasta que comience a hervir. Retiramos del fuego y añadimos toda la harina de golpe.Ponemos de nuevo la olla en el fuego, al mínimo y continuamos removiendo con una cuchara de madera sin parar hasta que la harina esté cocinada. Poco a poco se formará una bola que se irá despegando del fondo de la olla. Apagamos el fuego y dejamos enfriar la masa.Cuando ya esté fría le incorporamos el huevo batido. Mezclamos bien hasta que esté bien incorporado. Dejamos reposar unos 10 minutos.
Formamos una bola. Si todavía se os pega un poco, espolvoreamos ligeramente las manos con harina y la superficie de la mesa pero muy ligeramente ya que no es conveniente incorporar más harina a la masa. La dividimos en 18 porciones de unos 32 gr cada una. Con cada porción formamos un cordón de unos 35 cm de largo. Formamos como una trenza sobreponiendo y cruzando un lado sobre el otro. Como se aprecia en la imagen. Presionamos las dos puntas para que se unan.Freímos en abundante aceite de girasol, a fuego suave. Un par de minutos por un lado y luego por el otro hasta que estén doradas. Las depositamos sobre papel absorbente. Antes de que se enfríen las rebozamos en el azúcar con canela.Con un chocolate caliente de viciooo!!!
A disfrutarlas, en buena compañía esta Semana Santa. Un abrazo.
Nada mejor para redondear las curvas de nuestro cuerpo y lucirlo rellenito, pero sin arrugas, es llevar a la práctica esta rica receta y luego degustarla tranquilamente con un café o un calentito chocolate ¡Qué dilicia!
ResponderEliminarEl trenzado tan original de esas rosquillas, las hace más apetitosas y hasta yo, que soy poco golosa, me comería más de una.
Siempre vuelves con cosas ricas.
Cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Gracias por esta receta.
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