Suelo cocinar pescado a menudo porque nos encanta. En esta ocasión elaboré una mousse para ir picoteando mientras mi cocinillas terminaba de hacer la comida (ese día me libré de cocinar ;)
Si no os gusta el salmón podéis sustituirlo por cualquier otro pescado o marisco. Y si nos queremos lucir a lo grande, se puede servir en unas tartaletas de hojaldre o masa quebrada.
Os recomiendo que la elaboréis con un día de antelación ya que a medida que pasan las horas gana en consistencia. Espero que sea de vuestro agrado ;)
Ingredientes: para un molde de 12x17, altura 7cm
- 240gr de salmón fresco
- 100gr de colas de langostinos peladas
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cayena o dos, dependiendo de nuestro gusto
- 2 cucharadas de vino blanco (a ser posible de buena calidad)
- 1 cucharada de zumo de limón
- Pimienta blanca molida
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 1 cucharada de queso de untar
- 1 hoja de gelatina
- 150ml de nata 35% materia grasa (la de montar)
Preparación:
Salpimentamos el salmón y las colas de langostinos.
Ponemos una sartén al fuego junto con la cucharada de mantequilla, cuando se haya ablandado y comience a formar espuma doramos los langostinos por ambos lados hasta que estén en su punto, retiramos y reservamos.
En la misma sartén doramos también el salmón junto con la cayena un par de minutos por ambos lados. Retiramos para un plato.Dejamos que enfríe.
Mientras aprovechamos para montar la nata en un recipiente que esté bien frio, reservamos en el frigorífico.
Ponemos a hidratar la hoja de gelatina en agua fría durante unos 10min aprox.
Forramos el molde que vayamos a utilizar con papel de hornear para que nos resulte más fácil a la hora de desmoldar.
Una vez que el pescado esté frío, le retiramos las espinas y lo cortamos en trozos pequeños. Picamos también las colas de langostinos.
Los trasladamos a un bol y le añadimos, el zumo de limón, la pimienta, el aceite de oliva, el queso de untar y una cucharada de vino blanco (la otra la reservamos) trituramos todo con la batidora de cuchillas.
Ponemos a calentar en un cazo la cucharada de vino (que habíamos reservado) cuando esté caliente, retiramos del fuego y le añadimos la hoja de gelatina escurrida, removemos para que se disuelva bien.
Se la incorporamos a la mezcla anterior, mezclamos.
Agregamos la nata montada con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en el molde, alisamos la superficie. Introducimos en el frigorífico durante unas 5 h como mínimo para que coja consistencia, mejor si la preparamos con un día de antelación.
Volcamos la mousse en la fuente donde la vayamos a servir.
Lista! para acompañar con un vino fresquito ;)