Consiste en una crema de queso tipo mousse recubierta de una capa de gelatina a nuestra elección, fresa, piña, limón...etc en esta ocasión me decidí por la de naranja, para la próxima le toca el turno a la de piña :) Normalmente en este postre la gelatina se elabora con agua, yo preferí sustituirla por zumo natural para potenciar todavía más el sabor y el color. A nosotros nos ha sorprendido, espero que a vosotros también.. Ya me contaréis ;)
Para la crema de queso:
- 200gr de queso de untar, tipo philadelphia
- 1 lata pequeña de leche condensada (de 370gr)
- 380gr de leche evaporada
- 2 sobres de gelatina neutra en polvo (de 10gr cada uno)
- 100ml de agua para hidratar la gelatina (10 cucharadas)
- 500ml de zumo de naranja natural
- 3 cucharadas de azúcar
- 130gr de gelatina con sabor a naranja (1 sobre y medio)
Lo primero que haremos será untar nuestro molde con una servilleta impregnada de aceite, para que la gelatina se pueda despegar más fácilmente de las paredes del molde.
Preparación de crema de queso: Mezclamos los dos sobres de gelatina con el agua en un pequeño recipiente para que se hidrate durante unos 4min aprox.
En un bol mezclamos el queso y la leche condensada con unas varillas, eléctricas o manuales, hasta que esté homogéneo y sin grumos.
Incorporamos la leche evaporada, mezclamos bien.
Vertemos la mezcla en el molde. Introducimos en el frigorífico durante unas 3-4 h hasta que la mezcla esté consistente
.
Cuando esté lista, preparamos la gelatina de naranja. Exprimimos las naranjas y colamos el zumo.
Ponemos a calentar en un cazo unos 350ml aprox de zumo de naranja junto con el azúcar a fuego suave, cuando esté bien caliente (sin que llegue a hervir) vertemos el sobre y medio de gelatina con sabor a naranja, removemos bien hasta que se disuelva. Retiramos del fuego y le agregamos los 150ml restante de zumo que reservamos. Esperaremos a que se enfríe, removiendo de vez en cuando para que no se forme ninguna capa en la superficie. Es importante que esté fría (sin que llegue a cuajar) antes de agregarla a la crema.
Mientras se enfría la gelatina, retiramos la crema del frigorífico y con las manos humedecidas de agua despegamos la crema de los bordes (con el molde ligeramente inclinado) sin olvidarnos del centro y del fondo, para que luego pueda penetrar bien la gelatina.
Cuando la gelatina este fría la vertemos poco a poco encima de la crema. Introducimos una espátula por las ranuras para ayudar a introducir la gelatina (incluido el centro) hasta que veamos que la crema de queso flota.
Llevamos al frigorífico unas 3-4h o hasta que cuaje.
A la hora de desmoldar repetimos la misma operación que hicimos para despegar la crema con los dedos húmedos. Si os cuesta un poco otra opción seria sumergir el molde en agua tibia durante unos 4 segundos. Es importante respetar el tiempo y la temperatura del agua para que no se derrita la gelatina. Le damos la vuelta sobre la bandeja donde se vaya a servir
Que la disfrutéis!!