Hoy os presento una forma diferente de saborearla. Son unas unas crujientes galletas con trocitos de avellanas. Antes de ponerme a elaborarlas tenía que comprobar que la nocilla estaba buena, así que comí un pequeño bocata y de paso coger energías ;) Estaban deliciosas, se hacen en un periquete, ya veréis!!
Ingredientes: para unas 35 galletas
- 260gr de harina de repostería
- 2 sobres de azúcar avainillado
- 50gr de azúcar común
- una pizca de sal
- 1 huevo mediano
- 1 cucharadita de café de levadura tipo Royal
- 1 cucharadita de postre de licor de avellana o uno que os guste (ron, brandy)
- 75gr de mantequilla blanda (no derretida)
- 160gr de nocilla
- 50gr de avellanas tostadas para la masa (y unas pocas más para la decoración)
Trituramos los 50gr de avellanas, con un robot de cocina o simplemente introduciendo dentro de una bolsita de plástico y pasando el rodillo de cocina por encima, reservamos.
En un bol mezclamos, la harina, la levadura, el azúcar común, el avainillado y una pizca de sal, removemos.
Hacemos un hoyo en el centro, vertemos el huevo, la nocilla, la mantequilla, el licor y las avellanas trituradas.
Mezclamos todo con una cuchara de madera hasta que nos quede una masa compacta. La envolvemos en film transparente y la dejamos reposar en la nevera 1h.
Transcurrido ese tiempo la retiramos de la nevera, cogemos pequeñas porciones de masa con las manos y formamos bolitas del tamaño de una pelota de pin-pon.. Luego las aplanamos con la palma de la mano dejándolas aprox de medio centímetro de espesor. Os va a resulta muy fácil ya que apenas se pega a las manos.
Las vamos depositando encima de una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando una pequeña separación entre ellas.
Cortamos unas pocas avellanas por la mitad. Colocamos en el centro de cada galletas media avellana presionando un poco.
Introducimos en el horno precalentado a 170º durante unos 12-15min aprox, cuando las avellanas tengan un ligero color dorado. Al retirarlas estarán todavía un poquito blanditas, luego al enfriarse ya se terminan de endurecer.
Guardé unas pocas en un bote hermético y al cabo de un par de días aún estaban más ricas, una pena que solo quedaran cuatro :)