martes, 30 de marzo de 2021

Trenza de pascua

En Galicia, existen diversas tradiciones y costumbres durante la Semana Santa y pascua, entre ellas, la más tradicional es la de regalar a los ahijados un bollo de masa dulce. Durante mi infancia os confieso que no eran santo de mi devoción. Me contó mi abuela que un día cogí uno de los bollos que me habían regalado y le fui a rogar al panadero que me lo cambiase por un pan blanco tradicional ;) Menos mal que con el tiempo supe apreciar su maravilloso sabor.

La masa es similar a la del roscón, se puede elaborar tanto con mantequilla como con aceite, yo he hecho una mezcla de ambas y el resultado es, delicioso! con una miga muy tierna y esponjosa. Al igual que la mayoría de las masas, se requiere de un poco de paciencia y cariño.  La satisfacción al saborearlo, os aseguro que merece la pena.

Ingredientes: para la esponja

  • 100ml de leche entera, tibia
  • 100gr de harina de fuerza
  • 25gr de levadura fresca
Para la masa:
  • la esponja que preparamos anteriormente
  • 480gr de harina de fuerza
  • 2 huevos grandes
  • 60ml de leche
  • 100gr de azúcar
  • 40ml de aceite
  • 25gr de mantequilla
  • 1 cucharadita de agua de azahar
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • ralladura de 1 limón y  1 naranja
  • una pizca de sal
  • un huevo con una pizca de leche para pincelar por encima
  • azúcar con unas gotas de agua de azahar para decorar
  • 2 huevos cocidos para la decoración 

Para el almíbar. 25ml de agua, 25ml de anís, 1 cucharada de azúcar.


Preparación de la esponja:  Disolvemos la levadura en la leche tibia, añadimos la harina, removemos bien todo, cubrimos con un paño y dejamos reposar unos 30min o hasta que doble de volumen. Cuando esté lista procedemos a hacer la masa.

Preparación de la masa: Vertemos en un bol amplio, los huevos, el aceite, los 60ml de leche restantes, el azúcar, la esencia de vainilla el agua de azahar y las ralladuras de limón y naranja, mezclamos.

Agregamos aproximadamente la mitad de la harina, poco a poco junto con una pizca de sal, removemos bien y a continuación añadimos la mantequilla (que tiene que estar blanda pero no derretida) y la esponja.

Continuamos añadiendo el resto de la harina hasta lograr una masa compacta que podamos manejar con las manos.

Amasamos durante unos 10-15min, dependiendo de la destreza que tengamos, el resultado tiene que ser una masa elástica y que se pegue ligeramente a las manos. Si es necesario añadimos un poquito más de harina, pero sin pasarnos.

Formamos una bola, la colocamos dentro de un bol amplio, untado ligeramente de aceite. La cubrimos con film transparente o un paño y la dejamos reposar hasta que doble de volumen, unas 2 o 3h aprox, dependiendo de la temperatura del ambiente. Otra opción que suelo utilizar, es dejarla a temperatura ambiente una media hora o hasta que veo que ha crecido un poco. Luego la dejo que continúe leudando toda la noche en la nevera. Por la mañana la retiro de la nevera 1h antes de comenzar a manipularla para que coja la temperatura del ambiente.

Pasado el tiempo de levado, amasamos un poco para quitarle el aire. Dividimos la masa en tres pedazos del mismo tamaño, más o menos. Con cada uno formamos un cordón de unos 60cm de largo aprox, ayudándonos de las manos.

Unimos los tres en un extremo y formamos la trenza. Juntamos bien las puntas y las escondemos debajo para que nos salga más bonita la trenza.

La colocamos sobre una placa de horno cubierta con papel de hornear. Colocamos los huevos cocidos en los extremos, hundiéndolos un poco en la masa, como en la imagen. La cubrimos con un paño y dejamos levar en un lugar tibio hasta que doble su volumen, unas 2h. El tiempo puede variar según la temperatura del ambiente.

Transcurrido este tiempo, encendemos el horno 170º para que se vaya calentando, cuando esté caliente, pincelamos la trenza con la mezcla de huevo y leche por encima. La decoramos con el azúcar humedecido con unas gotas de agua de azahar.

La introducimos en el horno durante unos 25-30min. Si vemos que antes de terminar la cocción comienza a tostarse de más por arriba, la cubrimos con un trozo de papel de aluminio.

Mientras está en el horno preparamos el almíbar. Hervimos los tres ingredientes en un cazo dos o tres minutos, hasta que espese ligeramente y se forme un almíbar ligero, reservamos. Al salir del horno en caliente la pincelamos con el almíbar por encima.

Con un chocolate calentito....umm!!!















jueves, 25 de marzo de 2021

Rosquillas tradicionales, deliciosas!!

El otro día me di cuenta que llevo once añitos con el blog (madre mía cómo pasa el tiempo) y una de las razones por las cuales continuo publicando, es que disfruto mucho experimentando en la cocina. Aunque, a veces también me frustra un poco cuando el resultado no es lo esperado. Lo bueno, es que gracias a esos errores se aprende un montón ;)

Estas rosquillas las hice un par de veces para lograr el sabor y aroma del dulce tradicional de toda la vida. No quedan para nada aceitosas y el almíbar le aporta una textura y un sabor muy especial. Se hace en un periquete y si seguís los pasos que os indico os van a quedar genial.

Ingredientes: para unas 25 rosquillas

  • 260gr de harina común
  • 9gr de levadura química (un poco más de 1/2 sobre)
  • 20gr de azúcar
  • 1 sobre de azúcar avainillado
  • una pizca de sal
  • 1 huevo mediano
  • 70ml de agua
  • 60ml de aceite de girasol
  • ralladura de 1 limón y 1 naranja
  • aceite de girasol para freírlas

Para el glaseado: 60gr de azúcar, 30ml de agua, 2 cucharadas de anís

Preparación de la masa. En un bol mezclamos la harina, el azúcar, normal y avainillado, la sal y la levadura. Hacemos un hueco en el centro y agregamos el aceite, el huevo batido, el agua y las ralladuras de limón y naranja.


Se mezcla todo, hasta formar una masa que podamos manejar con las manos. Amasamos un par de minutos hasta lograr una masa elástica y poco pegajosa. Que no se pegue demasiado a las manos pero sí un poco. Si le incorporamos demasiada harina a la masa, nos saldrán duras.

Cubrimos la masa con un paño y la dejamos reposar unos 30min, aunque la podéis dejar más tiempo y no pasa nada.

Untamos las manos ligeramente con aceite, cogemos pequeñas porciones de masa de unos 20gr y formamos bolitas con ellas. Conviene hacerlas pequeñas para que cuando se frían no queden crudas por dentro. Luego introducimos el dedo en el centro para formar el agujero.

Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén y las freímos un par de minutos por cada lado hasta que estén doradas.

 Las vamos depositando en una fuente cubierta con papel absorbente, hasta que las hayamos freído todas.

 Para hacer el almíbar solo vais a necesitar un par de minutos. Necesitamos una sartén que sea amplia y vieja, ya que al remover las rosquillas junto con el almíbar se rallará un poco la superficie. Si la sartén es un poco pequeña, haced todos los pasos en dos veces. 

Ponemos la sartén al fuego junto con el azúcar, el agua y el anís, hasta que espese un poco y se formen un montón de burbujitas, incluido en el centro. Fijaros en las dos imágenes que os muestro a continuación. Al principio solo tiene burbujas por los bordes y al cabo de 1 minuto y medio aprox, ya las tiene por toda la sartén. 

Reducimos el fuego al mínimo y en ese momento agregamos las rosquillas, removemos despacio para que no se rompan hasta que el azúcar se cristalice y se adhiera a las rosquillas. A medida que va cristalizando presentará un color blanquecino.

 Retiramos y dejamos enfriar. Las conservamos en una bolsa o bote hermético.


Un café o té calentito y a disfrutarlas!! Feliz semana.

 

lunes, 22 de marzo de 2021

Flan cremoso de chocolate, sin horno ni huevos

 Para celebrar el Día del Padre y San José, el viernes por la noche improvisé este flan de chocolate con los ingredientes que tenía por casa. Se podría decir que es una mezcla entre flan y pudding, ya que tiene la consistencia de un flan pero no lleva huevos ni va al horno.

Lo único que tuve que comprar fue la nata para la decoración. Las grosellas las tenía en el congelador y las hojas de menta las recogí del huerto. La verdad es que quedó bastante resultón ;) Los más golosos les pusimos un extra de nata jejeje. ¡A los chocolateros os va a encantar!


Ingredientes: para un molde de 20cm

  • 7 hojas de gelatina neutra (unos 14gr)
  • 300ml de leche entera
  • 200ml de leche evaporada
  • 1 lata pequeña de leche condensada de 370gr
  • 100gr de chocolate con leche
  • 100gr de chocolate de cobertura
  • 1 cucharadita de postre de café soluble
  • 20gr de cacao puro en polvo (podéis sustituirlo por 25gr más de chocolate de cobertura, a mi no me alcanzaba)
  • para la decoración, nata montada, hojas de menta y grosellas

Preparación. Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante unos 10 minutos, aproximadamente.

Untamos el molde ligeramente con aceite, para que luego resulte más fácil de desmoldar el flan, reservamos.

En un cazo, ponemos los dos chocolates en trozos, junto con la leche normal, la evaporada, el café y cacao en polvo. Lo llevamos al fuego, removemos hasta que el chocolate y el resto de ingredientes se hayan disuelto.

 Batimos la mezcla con un robot de cuchillas para cerciorarnos de que no quede ningún grumo. Añadimos las hojas de gelatina escurridas a esta mezcla, antes de que se enfríe. Removemos para ayudar a que se disuelva la gelatina. Incorporamos la mezcla de chocolate, a la leche condensada poco a poco.

 Vertemos en el molde. Una vez frío lo llevamos al frigorífico, mínimo 6h. Mejor de un día para otro.

Desmoldamos dándole la vuelta sobre la bandeja donde lo vayamos a servir. Decoramos a nuestro gusto!. Yo he utilizado, nata montada, unas hojitas de menta y grosellas.

 Que tengáis un buen comienzo de semana.  

 

 

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