En está ocasión las he empleado para hacer un tronco. Fue un éxito! sorprendió por su textura y su delicioso sabor a bombón. Ya hice acopio de castañas para repetirlo ;)
Con pocos ingredientes y sin necesidad de encender el horno conseguís un postre maravilloso! Así que a poneros el delantal que voy con la receta, veréis que sencillo.
- 400gr de castañas cocidas sin piel (en la preparación os explico cómo cocerlas)
- 125gr de azúcar
- 1 cucharadita de postre de azúcar avainillado
- 125gr de mantequilla derretida
- 50gr de avellanas tostadas molidas
- 1 cucharada de coñac
- 75gr de chocolate de cobertura
- 25gr de mantequilla
Preparación:
Preparamos las castañas. Cogemos 500gr de castañas con cáscara. Tenemos que tener en cuenta que una vez peladas y desechado las que encontremos en mal estado el peso va a disminuir.
Les retiramos la cáscara y las ponemos a cocer en una olla cubiertas con agua, una pizca de sal y unas ramitas de "nébeda" (una hierva aromática que le aporta un sabor estupendo) se dejan hervir durante 15min.
Las escurrimos, esperamos 3-4 min aprox y con cuidado de no quemarnos les retiramos la piel con ayuda de un cuchillo (en caliente se pelan muy fácilmente, frías cuesta más) Las pesamos y reservamos los 400gr para la receta. Las trituramos con un pasapurés, utilizando un disco con los agujeros grandes.
Le añadimos el azúcar normal, el avanillado, las avellanas molidas y la mantequilla derretida, removemos hasta formar una crema, agregamos la cucharada de coñac. Dejamos reposar 10min para que coja un poco de consistencia.
Le damos forma con el dorso de la cuchara o una espátula. Lo introducimos en el frigorífico 1 o 2h para que se endurezca un poco.
Trascurrido el tiempo preparamos el glaseado. Partimos el chocolate en trozos y lo derretimos junto con la mantequilla al baño maría o a pequeños intervalos en el microondas. Esparcimos con un pincel el glaseado por encima y los laterales (exceptuando los extremos) inclinando ligeramente el tronco para que no resbale el chocolate. Le damos varias pasadas procurando no manchar la bandeja.
Luego trazamos unas rallas simulando la corteza de un tronco arrastrando los dientes de un tenedor a lo largo. Introducimos en el frigorífico durante un par de horas. Mejor de un día para otro.
Cortamos en porciones y servimos. Riquísimo!!!