lunes, 25 de febrero de 2019

Pan dulce de calabaza

En la entrada anterior os prometí que compartiría alguna receta más de calabaza. Pues aquí tenéis un delicioso y esponjoso pan dulce para el desayuno o la merienda.
Si se consume solo apenas se le aprecia el sabor a calabaza, y acompañado con mermelada ni se nota. La calabaza le aporta humedad logrando así una miga tierna, esponjosa y que se conserva estupendamente con el paso de las horas.
Mi intención era hacerlo en la "Cazuela-Horno" como había hecho en otras ocasiones, pero cuando regresé al cabo de hora y cuarto de hacer unos recados, la masa había crecido tanto que estaba a punto de desbordarse del molde. Por miedo a que se bajara al ponerle la tapa decidí no correr ese riesgo, y lo cociné en el horno eléctrico. Podéis utilizar el molde que tengáis a mano, desmontable, un pirex, refractario... Lo único que os recomiendo es que si preferís el contorno con un aspecto más dorado, mejor no forréis el molde con papel.


Ingredientes para un molde de 24-26cm con agujero central.
  • 150gr de puré de calabaza escurrida
  • 640gr de harina de fuerza
  • 140ml de agua
  • 140ml de leche entera
  • 25gr del levadura fresca (la que viene en tacos)
  • 1 cucharada de miel
  • 2 cucharadas rasas de azúcar
  • 50gr de mantequilla
  • 10gr de sal
  • medio huevo batido con un chorrito de leche para pincelar por encima 

Para hacer el puré de calabaza simplemente se pela la calabaza y se corta en trozos pequeños y luego se cocina al vapor  o en agua con una pizca de sal hasta que esté blanda. Luego se escurre en un colador y se presiona con una cuchara hasta que pierda toda el agua posible.

Preparamos una esponja: Para ello cogemos (del total de los ingredientes) 100ml de leche tibia, 100gr de harina, la levadura y una cucharadita de café de azúcar. Removemos bien y dejamos reposar cubierto con film, unos 15-20min aprox. Al cabo de ese tiempo se habrá formado como una esponja.


Cuando esté lista, templamos en un cazo el resto de la leche junto con el agua y la mantequilla, a fuego suave hasta que la mantequilla se disuelva. La retiramos y dejamos reposar un par de minutos hasta que esté tibia.

La echamos en un bol amplio junto con la miel y el resto del azúcar. Añadimos un par de cucharadas de harina, removemos un poco hasta formar una papilla.


Incorporamos la esponja y el puré de calabaza. Reservamos un poco de harina  y añadimos el resto junto con la sal.


Removemos hasta formar una masa un poco compacta y pegajosa que podremos manejar con las manos.


Esparcimos sobre la mesa la harina que habíamos reservado, amasamos unos 12min aprox hasta que nos quede elástica y se pegue muy ligeramente a las manos. Cuanta menos harina incorporemos a la masa y mejor la amasemos más esponjoso va a salir el pan.


Formamos una bola y la depositamos en un bol amplio untado ligeramente con aceite, lo cubrimos con film o un paño, dejamos levar hasta que doble de volumen, entre1h y media a 2h, dependiendo de la temperatura del ambiente.


Pasado ese tiempo la amasamos un poco para retirarle el aire. Dividimos la masa en 15 porciones de unos 70gr cada una, o del tamaño que prefiráis. Formamos una bola con cada una de ellas y las vamos situando dentro del molde untado con mantequilla o aceite, pegadas unas a las otras. En mi caso forré el molde con papel de hornear porque se trata de una cazuela-horno como os comenté al principio.


Cubrimos el molde con un paño húmedo y dejamos levar en un lugar tibio hasta que doble de volumen 1 hora y media a 2h aprox. El mio como tenía la calefacción encendida al cabo de hora y cuarto estuvo a punto de desbordarse ;)


Transcurrido ese tiempo, encendemos el horno a 180º. Cuando esté caliente pincelamos por encima con la leche y el huevo batido. Lo introducimos dentro del horno, durante unos 30-35min aprox.


Cuando hayan transcurrido unos 20min y presente un ligero color dorado lo cubrimos con papel de aluminio para que no se tueste demasiado.Retiramos del horno y dejamos que se enfríe unos 10min y lo desmoldamos.


 Y ya tenemos listo un maravilloso pan para el desayuno o la merienda con un tentador color dorado ;).

lunes, 11 de febrero de 2019

Buñuelos esponjosos de calabaza

Hace poco nos trajeron una calabaza enorme, con su reluciente color anaranjado y esas pequeñas imperfecciones de los productos cultivados en la propia huerta.

Lo primero que preparé fue una rica y nutritiva crema de calabaza y zanahoria, y lo segundo algo menos ligerito para la merienda del domingo, unos buñueloooos!! no pude resistirme ;)

Mientras le hacía las fotos me zampé unos cuantos y se me olvidó contarlos, así que os pongo una cantidad aproximada para que os hagáis una idea. La próxima vez voy a tener que duplicar los ingredientes porque estaban de miedo. Como aún tengo calabaza para rato espero compartir alguna receta más.


Ingredientes. para unos 18 buñuelos aprox.
  • 200gr de calabaza cocida  (para obtener esa cantidad una vez escurrida utilicé 450gr de calabaza fresca pelada y la cociné al vapor durante unos 12min aprox)
  • 60gr de azúcar
  • 1 huevo mediano
  • 30gr de agua de escurrir la calabaza
  • 1 cucharada de licor de moscatel
  • 1/2 cucharadita de café de canela molida
  • ralladura de un limón
  • 200gr de harina común
  • 10gr de levadura química tipo Royal
  • una pizca de sal 
  • azúcar con una pizca de canela para rebozar
  • aceite de girasol para freír

Preparación: Una vez que tengamos la calabaza cocida la machacamos con un tenedor (aún caliente)


La ponemos en un colador y presionamos con una cuchara para que suelte el exceso de agua. Al principio  el agua es transparente y esa la desecho, reservo para la masa la que tiene un poquito de color y es más concentrada. No es necesario que suelte hasta la última gota pero casi.


Pesamos los 200gr de calabaza escurrida y la echamos en un bol.  Cuando se haya enfriado le añadimos el huevo batido, el azúcar, el moscatel, los 30gr de agua de escurrir la calabaza, la canela molida, ralladura de limón y una pizca de sal, removemos.


A continuación añadimos la harina poco a poco tamizada junto con la levadura.


Mezclamos hasta formar una masa densa similar a la masa de un bizcocho, como se aprecia en la imagen.



Ponemos a calentar en una sartén abundante aceite de girasol. Cuando esté caliente pero no humeante con la ayuda de dos cucharas, una para coger la masa y la otra para empujarla, vamos poniendo pequeñas porciones de masa en el aceite. Cuando veamos que comienza a inflarse un poco le damos varias vueltas para que se hagan por todos los lados. Es muy importante cocinar poca cantidad a la vez  y que durante este tiempo el aceite no esté demasiado caliente ya que se nos tostarían muy rápido por fuera y quedarían crudos por dentro.

 Los depositamos sobre papel absorbente unos segundos y acto seguido los rebozamos en el azúcar con una pizca de canela.


Y está es la mega calabaza que nos trajeron directa de la huerta. A simple vista no se aprecia  muy bien el tamaño pero os aseguro que era considerable :;)


Una vez que los tengamos todos listos!


A sentarse cómodamente y a disfrutarlos sin remordimientos 😋
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